Anteriormente expusimos una entrevista al arquitecto Juan Mastrantonio, quien nos dió una información que aún no hemos hallado en otra parte, que estos edificios fueron construídos por una constructora rusa. Quizás el antepasado constructivo de la población Zenteno sea el constructivismo ruso. Un día, un vecino (un papá apoderado de una niña de la Escuela Juan de Saavedra) me dijo que estos edificios una vez ganaron una premiación por su arquitectura en una bienal en el extranjero. Ese dato, aún no lo podemos constatar. Quizás es una historia olvidada, quizás nadie lo escribió por ahí.
En la segunda foto, se divisa a la izquierda,
Este, es un ejemplo de invasión inmobiliaria.
¿El vecino es el que sólo vive al lado? ¿Ser un “buen ciudadano” es sólo pagar el impuesto?
Se quiere mucho, pero se hace tan poco.
Las siguientes fotos muestran la población Zenteno desde su mirador más conocido.
Si ustedes van alguna vez para allá, verán las bancas del mirador todas marcadas, llenas de nombres, de “bandos”, de “partidos”, de ideas, de “…y…”, de garabatos, etc. Y a los costados en el suelo, más huellas… restos de colillas de cigarro. Si el pito dejara huellas residuales, cuántas “colillas” más veríamos. Muchas más, si, si, muchas más.
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