A Cormuval

domingo, 10 de junio de 2007

Semana del 4 al 9 de junio:

Este lunes 4 de junio, fuimos a eso del medio día a hablar con la Directora Susana Rojas Rivas, como habíamos acordado con el Inspector Andrés Abarca. Ese día nos atendió la señora Eleontina Benavides, encargada de la unidad técnica pedagógica (UTP). Ella nos recibió en la entrada rápidamente, nos preguntó quienes éramos y qué era lo que queríamos hacer…

Fuimos breves, y ella algo cortante y con pocas palabras nos respondió que la directora no estaba, que está con licencia médica. Había atendido a unos apoderados en la mañana y luego se fue. Además nos dijo que todos los colegios municipales estaban bajo el alero CORMUVAL, Corporación Municipal de Valparaíso, área de educación, lo que significaba que primero nosotros teníamos que dirigirnos a ellos si queríamos hacer alguna actividad con los niños del colegio y luego la directora Susana podrá determinar si ello es factible o no. Como comentario, la señora Eleontina nos dijo que varios otros universitarios habían hecho actividades en la escuela y que muchos eran de la PUCV, y que luego de hacerlos, sólo se van o simplemente comienzan con algo y luego queda a medio camino.

A pesar de haber sido fría la atención de Eleontina, reconocemos que fue muy práctica su gestión y que de alguna manera dio a entender, más allá del comentario que nos hizo, que es incómodo quizás no sólo para ella, sino para los encargados del establecimiento, darse cuenta que “otros de afuera” pueden venir a “hacer lo suyo” y trabajar “muy bien con su objeto de estudio”, para luego, sacarse ellos la nota y sólo marcharse, o peor aún, sólo marcharse, sin siquiera haber terminado. Las palabras de Eleontina fueron “estamos aburridas de eso”. Ella fue clara, y eso, se agradece.

Esa misma tarde fuimos a CORMUVAL, nos fuimos en trole, lentos pero seguros, a ver a quiénes tendríamos que dirigirnos.

Nos bajamos a la altura del Liceo Eduardo de la Barra en la calle Colón en Valparaíso y allí preguntamos a un guardia de autos por lo que buscábamos, él de vuelta nos preguntó, “qué área”… educación respondimos, “es aquí, pasada la reja a la derecha”. “Gracias”, y seguimos. La recepcionista estaba ocupada, nos atendió el guardia. Casi inmediatamente nos llevaron, por el estrecho lugar, al puesto o escritorio de un señor, su nombre es Luis Sasso Farías, también un coordinador técnico pedagógico. Un hombre muy amable y dispuesto a ayudarnos.

Nos sentamos frente a él y le explicamos de qué se trataba este asunto de Tejiendo Barrio. Una vez que nos mencionó cómo hacer la carta, a quién dirigirla y toda esa clase de datos útiles, nos despedimos. Su gestión fue oportuna y grata.

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