¿Qué es lo que defendemos?

viernes, 18 de mayo de 2007

Que amemos el lugar en donde vivimos, que lo comprendamos naturalmente, que lo reconozcamos. Porque la calidad de vida no va en la cantidad de artículos electrónicos que tengamos en nuestro hogar, de si poseemos o no un automóvil, de que tengamos muchos amigos o un puesto importante en alguna organización, escuela o en nuestro trabajo. Esa calidad de vida depende de la fidelidad que tengamos para con nosotros mismos, en la perseverancia de nuestros sueños y la capacidad que tengamos de vivirlos y hacerlos convivir en nuestro lugar. ¿Cuáles son nuestros modos de vida? Esas costumbres ricas tan cotidianas que pasan inadvertidas, esos modos tan particulares de ser como personas.

Hay algo que siempre nos ha gustado, la vida de barrio. En Valparaíso por ejemplo, no es todo igual. Desde Esperanza a Playa Ancha la arquitectura cambia, los centros urbanos son diferentes, el diseño de las casas, los colores, los tipos de gente. Es la misma ciudad, si, pero ningún cerro en Valparaíso es igual a otro. La geografía es la misma, pero la forma que cada uno tiene de caer o rodear al mar, la forma de enfrentarse y mirar a su ciudad, es diferente: las pendientes de las calles, las escaleras, los ascensores, el recorridos del transporte colectivo, si hay o no colegios, algún centro de estudio o universidad, negocios, almacenes, algún centro de salud, etc. Centros diferentes.


La vida vecinal es importante, que las esquinas conversen, que la gente se ayude entre si y que los mismos vecinos decidan que es lo que quieren, el cómo quieren vivir. Creemos que la libertad de expresión no depende solamente de la cantidad de dogmas, sino más bien de la conciencia de que podemos decidir, y por lo tanto, de pensar. ¿Por qué temerle a ello?


Si, la vida vecinal es importante, porque es la que se organiza y hace fructífero el convivir. Admiramos los lugares en donde aún se preserva ello. En tiempos como éste, se reconoce como gesto inteligente el desconfiar, y como aplaudimos de pie la “inteligencia”, sólo reafirmamos el temor, el tabú, los partidismos y por supuesto, la desconfianza. Es necesario que las esquinas conversen. Creemos que hay sueños que se sueñan mejor estando despiertos (soñando), que estando dormidos.


Las calles, son para vivirlas.

- Carolina Paredes, Febrero 2007.

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