Fundamentos

sábado, 5 de mayo de 2007

El siguiente trabajo corresponde a una investigación/obra, en ejecución desde el año 2006, que involucra amplias materias. Debe mencionarse previamente que conseguir un material serio sobre las problemáticas aquí expuestas ha sido lento por su relativa “actualidad” y falta de diálogo constante al respecto que, además, cabe como coherencia o continuidad de nuestro hacer artístico: el cuerpo y la ciudad como soporte de obra y medio de expresión. Ambos son un palpitante, un “ente” vital unidos por medio de si mismos: la cuerda viva que se teje, el movimiento inherente que se pulsa.

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Fundamentos / ¿Por qué?

Tres escalones básicos:

Algunos de los motivos que llevaron a Valparaíso ser nombrado Patrimonio de la Humanidad fueron: su paisaje en forma de anfiteatro natural creado por su puerto y los cerros en contorno, su espontaneidad y no planificado nacimiento como ciudad y su rico eclecticismo, mestizaje, desde su urbe a su fusión cultural. “La primera evidencia que justifica una política de puesta en valor patrimonial como motor del desarrollo local en regiones, es que son estos territorios en donde se concentra la mayor riqueza patrimonial del país. Paradojal resulta en este contexto que las declaratorias de Monumentos Nacionales sean mayoritarias en la Región Metropolitana, y sin embargo los cuatro únicos bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO están en regiones, más aún dos de ellos en la Región de Valparaíso”[1].

Invasión Inmobiliaria:

Como personas común y corriente que somos, no necesitamos de un “lente especializado” para ver cosas que a simple vista son evidentes. En Valparaíso, por ejemplo, haciendo un recuento de los últimos cinco o diez años, podemos notar que “visual y presencialmente” son más los edificios de altura que se encuentran en el centro y costa de la ciudad, asombrosamente, los cerros, también han sido el blanco dentro de esta “política” instaurada.

Pero, ¿por qué?, ¿qué hace que un terreno sea forzadamente habitado? Si nos asomamos bien, nos percataremos de que la necesidad no es esa, la necesidad es vender y prometer una “linda vista” y un estilo de vida sobre un suelo cada vez más valorado desde el punto de vista mercantil y (a)traer habitantes a este lugar-postal que roza “lo exótico”.

No es curioso que una ciudad después de haber sido nombrada Patrimonio de la Humanidad, a falta de legislación apropiada sobre esos suelos, a falta de criterio y visión de los representantes que contemplen beneficios a largo plazo, por las ilusionadas expectativas de vida de algunos, el afán de dinero sin importar el medio de otros y la simple escasa atención que se presta a fenómenos “urbano-sociales”. En el caso de Japón, los mismos dirigentes municipales comienzan a crear o a alearse con inmobiliarias para luego conseguir suelos con un mayor avalúo a precios menores, con el fin de lucrarse de ello. Las intervenciones inmobiliarias, de la mano con la especulación del suelo, engañan tanto a los futuros propietarios como a los municipios, transgrediendo las normas y sometiendo las áreas consolidadas a innecesarias demoliciones. Valparaíso también padece este fenómeno.


Cambios de uso del suelo residencial:

¿Cuántos restoranes, hostales y cafés recientes hay en el casco patrimonial de Valparaíso? Sin duda este es un boom. La problemática nuevamente se vincula al mismo fenómeno: el desplazamiento de los habitantes. ¿Será ello, acaso, una forma de desplazamiento del patrimonio intangible que se llevan con ellos las costumbres del lugar? Los antiguos habitantes son empujados por estas nuevas formas de “estar”: haciéndolos restoranes, cafés, etc. ¿cómo se vive la urbe con el nuevo habitante? Ese nuevo allegado, ¿es invitado o es un invasor?, ¿hasta qué límite?

A esto: “Los tres grandes problemas que anunciaron los años setenta para el patrimonio de las ciudades de nuestra región: pobreza, obsolescencia y tugurización, han convertido a sus soluciones en nuevos problemas, a saber: fachadismo, especulación y gentrificación(…) Cuando se liberaliza el uso de suelo y los entes administrativos del territorio local pasan a ser administradores de servicios locales- salud, educación, etc.- dejando el desarrollo del territorio a las exigencias del mercado, se instala el facilismo asociado al esfuerzo que hace un estado neoliberal por subsidiar desnaturalizadas operaciones de rehabilitación que no apoyan el desarrollo humano sino que, por el contrario, sólo atienden las variables del crecimiento inmobiliario, convirtiéndose en un dato más del escenario de la especulación. (…) Si sumamos a ello la promoción de un modelo de “democracia privada” donde los ciudadanos pasan a ser consumidores y, por lo mismo, las organizaciones del tercer sector tienen la tendencia a convertirse en organizaciones de consumidores, donde las actividades de mercado de la administración local en torno a la mediación de los intereses de privados provoca que la gentrificación tenga como efectos la expulsión de los vecinos que son reemplazados por los propietarios. El patrimonio se ha privatizado”.


El barrio: ¿algo no patrimonial?:

Como bien nos podemos dar cuenta, la vida de barrio de los cascos históricos patrimoniales de Valparaíso son los que resultan amenazados y desplazados. Un modo de vida que se caracteriza por factores como: vecindad, confianza, compromiso, participación y la unión de los habitantes por medio del ser y hacer ciudad. Dichos valores y actividades se ven opacadas por una nube de incertidumbres indolente que, desde el punto de vista social, ubica a las personas en un limbo que luego tiende a lo individualista, a pensar que cada uno vive de la puerta de su casa para adentro, a la especulación como resultado de la incapacidad de resolver problemas y, por supuesto, falta de credibilidad en los representantes políticos pero, peor aún, una suerte de menosprecio por el lugar donde se vive.

“Nuestros antiguos barrio residencias se fueron convirtiendo explosivamente en barrios de servicio, es decir un barrio de trabajo que, como decía Perec, es un barrio invisible… muchos nos fuimos a vivir a otros barrios (…). Si el patrimonio barrial es ese lugar ameno para vivir, la terciarización del parque edilicio en beneficio sólo del turismo es un problema de mediano plazo que puede hacer desaparecer todo aquello que valoramos en nuestros barrios”.

Resulta paradójico al momento de hacer el paralelismo entre un cerro de Valparaíso, que es parte de la zona protegida, con otro que, simplemente, es uno más de los cerros de la ciudad. Los porteños que viven en el Cerro Concepción, sin duda, presentan diferencias en sus modos de vida en comparación con los que viven en áreas no protegidas y el cómo se puedan llegar a enfrentar estas dos áreas me parece crucial al momento de definir pro y contras desde el punto de vista de centros y márgenes o calificado como zona protegida y no protegida.


El por qué ese lugar:

El Cerro Barón actualmente limita al norte con la Quebrada de Cabritería (Cerro los Placeres, Sector Yolanda), al sureste con Cerro Lecheros en la Quebrada Calahuala, al sur con La Palma (calle Eloy Alfaro), al oeste con la Estación Barón y su mirador (lugar de trabajadores portuarios) y al norte con el Cerro Recreo con el Paseo Taibo y cerca de allí, colinda también con Rodelillo, mediante la conocida Bajada del Pollo.

Históricamente este cerro era conocido como “El Morro”, que “para completar las defensas del puerto se consideró de gran importancia levantar en este lugar una fortaleza de primera magnitud que cruzara fuegos con la de San Antonio (de el otro costado de la rada de Valparaíso). El inspirador de esta obra, que se terminó de construir el año 1796, fue el gobernador don Ambrosio O`Higgins. Un año antes de dar por finalizada la construcción fue expedido en Aranjuez, el 26 de marzo de 1795 el título que convertía a O`Higgins en el Barón de Ballerany. El cabildo de Valparaíso recibió noticias de esta honrosa designación el 5 de septiembre de 1795 y acordó en esta fecha, aprovechando que O`Higgins había sido promovido al Virreinato del Perú, dar la enhorabuena al nuevo Barón bautizadondo la fortaleza que terminaba de construirse, con su título: “Castillo del Barón”. “La denominación se extendió al morro o cerro en que se asentaba el castillo. Desde entonces se le conoció como Cerro del Barón, Cerro Barón o Barón.”

La Población Zenteno (calle Blanco Viel con Acevedo) particularmente, ubicada a media altura del Cerro Barón, se caracteriza por ser un lugar abierto de libre paso y encuentro de los habitantes. Su forma de anfiteatro lo ha convertido en un mirador reconocido del cerro en donde la gente se congrega a mirar la ciudad y el puerto. Dicha población, cabe dentro de la categoría de barrio porque está conformada de edificios departamentales que confluyen en el mirador. En su rededor hay colegios, clubes deportivos, iglesias y almacenes, elementos que enriquecen el lugar con sus distintos modos de con-vivir en él y que lo caracterizan desde hace más de 50 años.

Por otra parte, los antecedentes históricos que hemos recogido sobre las características de sus habitantes, han sido dos: Del Cerro Barón han provenido varios de los artistas que posee Valparaíso como Pedro Olmos, Emma Jauch, Manuel Aros, Carlos Lundstedt, Pascual Brandi, Camilo Carrizo, Macho Vásquez, Lucía Lezaeta, Edmundo Lazo y el crítico León Santero, por decir algunos reconocidos. Esto nos habla de una posible inquietud artística que se ha ido medrando en el cerro. Es importante mencionar, que ya existen en él dos centros culturales y uno en el Cerro Lecheros con estrecha vinculación, cuestión que no se repite en otros cerros de Valparaíso.

Una de las quebradas más populares y que enmarcan la Población Zenteno, es la Quebrada Calahuala o Calaguala. Ha mediados del siglo XIX era conocida por su peligrosidad debido a los asaltos, robos y asesinatos, lo que la llevó tanto en 1927 como en 1972, que le asignaran unos nuevos nombres por sector, como Calle Magallanes y Diego Cood, y Luís Daguerre posteriormente. En la actualidad, se ha conservado parte de esta mancha ya que en las noches gente del Cerro se reúne a tocar música, fumar, conversar, beber alcohol y dejar esa evidencias residuales en el sitio.

La Población José Ignacio Zenteno, además de ser interesante por cómo se plantea arquitectónicamente su disposición en “escalones habitacionales”, el componente humano sigue siendo una suerte de pluralidad, ya que aquí han vivido más de cinco generaciones las cuales fluctúan cada una con sus distintas costumbres y modos de vivir.


El por qué una performance:

1. Porque es una mirada sensible que hace conciente las emociones psíquicas y cognitivas (sensoriales) que tengamos en relación a un determinado espacio o lugar, esto quiere decir, que desarrolla nuestra sensibilidad espacial y relacional, ya que por medio del trabajo corporal, que pasa por tres instancias, podemos llegar a la reflexión de auto plantearnos, nosotros los ciudadanos como centros de conciencia del ser y hacer ciudad.

Estas tres instancias a las que nos referimos son:

a) El cuerpo como ente en el espacio, en el que el cuerpo comienza a darse cuenta de su ubicación y presencia espacial.

b) El cuerpo como ente en relación con otros cuerpos en el espacio, la cual apunta a concienciar a las relaciones interpersonales o vecinales con su espacio, su barrio.

c) El cuerpo como ente parte de ese espacio, instancia que hace conciente del ser y hacer ciudad.

Tal trabajo que parte de los fenómenos de la percepción y que pretenden identificar un temple desde una individualidad hasta concretarla por medio de una plasmación barrial (interrelacional), podría llevar a plantearnos complejos conceptos como los de identidad, topofilia y participación ciudadana, los cuales son cruciales al momento de pensar la ciudad como Patrimonio de la Humanidad.

2. Porque es un medio creativo y apela a la conciencia.

3. Tarea artística de carácter crítico y exploratorio de los grupos humanos y su espacio geográfico y cultural.


El por qué esos colores:

El proyecto como performance propiamente tal se realizará en octubre del presente año, mes en el cual estaremos en equinoccio de primavera, estación que en la zona central de Chile se caracteriza por tener temperaturas que rodean los 20ºC, finalizan las típicas precipitaciones invernales, presenta vientos provenientes del suroeste y el cielo durante esta estación es relativamente despejado (nubosidad parcial). Según estas condiciones climáticas, considerando que desde este mes empieza a oscurecer cada vez un poco más tarde, y que la performance se realizará junto con la puesta de Sol al crepúsculo, los colores que predominarán serán el azul y el naranjo.

Según la clásica teoría del color, estos colores son complementarios, lo que significa que con estos colores, al igual que otros pares de colores complementarios, ocurre el siguiente fenómeno óptico: el ojo, al mirar un color, no distingue a este por si sólo. Un color denominado como puro, no existe, esa ha llegado a ser una refinada denominación racional del hombre a partir de fines del siglo XIX y comienzos del XX con las fábricas de pinturas, las cuales se impulsaron no sólo por el desarrollo tecnológico e industrial de la época sino también por el fuerte impulso de la pintura y la problemática teoría del color de años previos. El ojo, como todo nuestro cuerpo y mente, entiende algo en función de otra cosa, es por eso que un color es tal en comparación con otro, por ejemplo: si uno mira un color amarillo, este no se verá igual si al lado de él anteponemos un azul o un rojo. Lo mismo ocurre con las formas. Esto se llama “ilusión óptica”, fenómeno con el cual el arte del siglo XIX y XX trabajó bastante, desde el impresionismo hasta el conocido expresionismo y el eventual arte cinético. El pop art también desarrolló fundamentos desde el punto de vista del color, pero a través de la pigmentación por medio del grabado, las impresiones, la serigrafía con la forma de comics, etc.

Entonces, qué ocurre con el ojo. Al mirar el naranja, invisiblemente en un parpadeo se le aparece el azul. Al mirar un violeta, invisiblemente en un parpadeo aparece el amarillo. Lo mismo ocurre con el rojo y el verde. Como si el ojo intentara “rellenar” o completar lo que falta para hacerlo completo. Este fenómeno es bien descrito, sorprendentemente, en el libro “El árbol del conocimiento” de los biólogos Francisco Varela y Humberto Maturana, los cuales abordan muy bien el área de la fenomenología como fenómeno, valga la redundancia, de la incertidumbre científica que es el motor de ella misma.

Por otra parte, además de ser una hora del día en que estén presentes estos colores (azul y naranja), la escenografía remarcará esta continuidad cromática por medio de los pigmentos para el rostro (azul) y el fuego de las hogueras que se ubicaran en la explanada del mirador. Hay que considerar además, el alumbrado público característico de Valparaíso de tono sepia, que se acordó durante la alcaldía de Pinto homogeneizar en la ciudad, la que nos ayudará a subrayar aún más dicha continuidad.


El por qué tipo CONFIA: porque…

1. Es necesario replantear los argumentos que llevaron a Valparaíso ser nombrado Patrimonio de la Humanidad desde un área sin esa categoría patrimonial, pero con uno de los modos de vida propios de Valparaíso, el de barrio, el cual se ve amenazado por el avance inmobiliario no regularizado.

2. Es necesario generar actividades distintas del cotidiano y lo normalizado que revitalicen los valores de la vida barrial desde lo creativo.

3. Por medio de la creatividad podemos hacer el ejercicio de observar e intervenir el lugar donde habitamos, donde con-vivimos, llámese este barrio y/o ciudad.

4. A partir del distingo y la participación, se pueden construir coyunturas que establecen redes intangibles, vitales, que conforman un temple ciudadano.

5. Es urgente crear instancias y espacios que promuevan la confianza, la reflexión, el compromiso y la participación, desde el ser un ciudadano.

6. Porque el arte contemporáneo, si bien es un circuito complejo y vertiginoso, exige a su vez al quehacer artístico un carácter crítico y exploratorio en torno a las relaciones entre grupos humanos y su espacio geográfico y cultural en que todos vivimos.


El qué:

La siguiente obra/investigación a realizar es: una performance poética en la población Zenteno (calle Blanco Viel con Acevedo) del Cerro Barón, para la cual habrá cinco meses de preparación con los vecinos, especialmente los niños, y tiene como soporte de obra, el cuerpo humano y la ciudad. Junto con ello se hará un documental de lo realizado, afiches e invitaciones de difusión. Finalmente, se realizará una mesa de diálogo en uno de los espacios de la Universidad donde se presentará formalmente el trabajo y el documental.




*NOTAS:

(1) NORDENFLYCHT Concha, José de. Texto extraído del ensayo Patrimonio glocal: notas sobre la convención del patrimonio mundial y la política urbana en Chile de la revista Hacer Región, año 2005, Pág.179.

(2) “Más aún, como sustento de una tradición urbana colectiva, nuestras ciudades tienen una vigencia permanente en nuestros modos de vida y estos son parte de nuestra identidad, pese a los esfuerzos que es fácil advertir, para alterar nuestra idiosincrasia urbana ante un agresivo proceso especulativo en los mercados inmobiliarios” DE PAULA, Alberto Dr. Arq. Presidente de CIHIB-ICOMOS. Revista del Seminario Internacional Seguimiento y Desarrollo de Ciudades Iberoamericanas Patrimonio Mundial, llamada ICOMOS, 40 años de Reflexión y Acción en el Patrimonio, año 2005, Pág. 7.

(3) Si leemos las noticias cotidianas de ese país y sus reportajes críticos, nos daremos cuenta de la proliferación de este fenómeno y cómo invade descaradamente la ciudad.

(4) Nótese por ejemplo el reciente asesinato de este 18 de abril al alcalde de Nagasaky en Japón. Muerte que especula fuertemente a la mafia japonesa militante de partidos de derecha, los mayores inversionistas de inmobiliarias y quienes están fuertemente ligados a millonarios actos de corrupción en aquella nación.

(5) NORDENFLYCHT Concha, José de. Texto extraído del ensayo Patrimonio glocal: notas sobre la convención del patrimonio mundial y la política urbana en Chile de la revista Hacer región, año 2005, Pág.182

(6) Gentrificación.

(7) PEREC, Georges. Especies de Espacios, Montecinos, Barcelona. 1999, Pág. 93.

(8) NORDENFLYCHT Concha, José de. Texto extraído del ensayo Patrimonio glocal: notas sobre la convención del patrimonio mundial y la política urbana en Chile de la revista Hacer región, año 2005, Pág.182.

(9) SÁEZ GODOY Leopoldo. Valparaíso. Lugares, nombres y personajes. S.xvi-xxi. Ed. Puntángeles, pág. 94.

(10) SÁEZ GODOY, Leopoldo. Valparaíso. Lugares, nombre y personajes s.xvi-xxi. Ed. Puntángeles, pág. 94.

1 comentarios:

ICOMOS CHILE dijo...

tejiendo redes! los invito entonces a que revisen y vinculen nuestro blog para que puedan referenciar el punto de vista que -ya veo- han citado:

www.icomoschile.blogspot.com

desde cerca, J.