Respuestas

jueves, 5 de julio de 2007

El 22 de junio tuvimos el agrado de retirar la carta de respuesta del director del área de educación de CORMUVAL (Corporación Municipal de Valparaíso), don Juan Inda Fuenzalida, la cual apoya nuestra iniciativa (proyecto Tejiendo Barrio), para que podamos trabajar con los alumnos de la Escuela Juan de Saavedra, establecimiento educacional que depende de esta Corporación.

Este mismo día nos presentamos al colegio para informar la noticia y pedir la ayuda pertinente a la encargada de la UTP (Unidad Técnica Pedagógica), doña Eleontina, quien nos recomendó escribir a CORMUVAL y que luego habláramos con ella. Contradictoriamente, este mismo día, tres semanas después del primer encuentro con ella, nos dice “es que no se puede”. Sus fundamentos fueron que están copados de proyectos. Uno de ellos es el TAP, programa del ministerio de educación enfocado a los niños que comenzará este mes de Julio. El otro es un proyecto de capacitación para los profesores proveniente de nuestra casa de estudios (PUCV). Distinto fundamento fue que no hay horarios y que pensar en un “taller paralelo disponible para los niños” es imposible porque además de los proyectos ya mencionados, los talleres que ya están consisten en reforzamientos de carácter obligatorio. Un tercer y ultimo fundamento es que si hubiese algún horario disponible este seria después de las 16ºº, horario de salida de los alumnos, pero que se tiene las siguientes dificultades: pagarles horas extras a algún funcionario o auxiliar del establecimiento, además del consentimiento de los padres y de la directora, conseguir el permiso de estos, y que por lógica según doña Eleontina “los niños a esa hora sólo quieren salir de clases”.

Como grupo nos preguntamos, ¿Por qué no se nos comunico estos antes? Eleontina nos responde que “es que primero necesitan el permiso de CORMUVAL”. Entonces nosotros pensamos que a pesar de “no poder” o no permitírsenos poder trabajar con los niños, no es un impedimento para ocupar una sala inutilizada del establecimiento, al ser este municipalizado. Transversalmente, pensamos que simplemente hay diplomacias que sobran, que a veces tanto instituciones o como personas optamos por no tener voz, esto quiere decir, elegir no tener ni lenguaje ni palabra. Un ejemplo de ello es ser inoportuno en el decir, en el comunicar. Con ello auto invalidamos nuestra palabra. Sírvase lo ocurrido como ejemplo.

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